Por: Thania Vega de Plazas
De esa manera calificamos la actuación de la Jurisdicción Especial para la Paz en nuestra columna pasada, que celebró una audiencia con algunos de los terroristas del secretariado y el estado mayor de las FARC, que llegaron al tribunal que confeccionaron a su medida en la Habana, con una sonrisa de cinismo.
Solo indignación puede producir ver a Timochenko sonriendo ante las cámaras de los noticieros que entre otras cosas, fueron los únicos que pudieron ingresar a la supuesta audiencia donde les informaron a los guerrilleros de los procesos e investigaciones en su contra por las desapariciones y secuestros cometidos desde 1993 hasta el 2012.
También asistieron a esa farsa los terroristas alias Pablo Catatumbo y Carlos Antonio Lozada quienes llegaron después de que Timochenko expresará ante los medios de comunicación: “Estoy aquí a su disposición, con una profunda emoción de ver cómo se cristaliza ese sueño que tejimos en La Habana”
Estos fueron los únicos narcoguerrilleros en presentarse ante la señora Julieta Lemaitre, presidenta de la sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad que ni de lo uno y menos de lo otro tiene ese tribunal.
Los otros terroristas, entre ellos alias Iván Márquez condenado a 760 años de prisión y alias El Paisa autor del atentado terrorista al Club el Nogal en Bogotá no asistieron a la diligencia a donde enviaron a sus abogados para que los representaran.
Mientras entre risas hablaba Timochenko de su papel ante la JEP y los narcoguerrilleros Lozada y Catatumbo escuchaban de manera preliminar dos informes de la Fiscalía General de la Nación, dos del Centro Nacional de Memoria Histórica, donde se se tiene razón de 312 sentencias por secuestro.
Entre otras cosas no me explico; ¿cómo es posible que el cura De Roux el jefe del Centro de Memoria Histórica se tome fotos con los guerrilleros de las FARC y otros miembros de la iglesia Católica de clara tendencia comunista?
Aunque la audiencia se transmitió por redes sociales, llegaron varias víctimas de las FARC a las afueras de la JEP y no les fue permitido ingresar para encarar a los guerrilleros de las FARC.
Expresó una de esas víctimas ante los medios de comunicación “Yo creo que no necesitamos más tiempo, ¡por Dios! Cuántas familias llevan más de 10 años, nosotros incluso 19 años. No podemos esperar más para que nos digan que asesinaron a nuestro familiar, por qué no nos lo dicen si ya lo hicieron. Que tengan cojones”.
La expresión de la cara de ésta víctima daba cuenta de la rabia e indignación porque el día que pensó podría cuestionar a las FARC por la suerte de su hermano secuestrado desde 1999, nunca llegó y la oportunidad le fue negada a petición entre otras cosas de los mismos guerrilleros de las FARC que pidieron que por su seguridad la diligencia fuera a puerta cerrada.
Según explicó la señora Lemaitre ahora con presentarle a las FARC los procesos en su contra por desapariciones y secuestros, le corresponde a los guerrilleros elaborar informes donde colaboren y aporten “verdad”.
Surtido este trámite o mejor, este papelón ante la JEP, donde nada obligó a los guerrilleros a presentarse, ya podrán estos asesinos, secuestradores, violadores y narcotraficantes tomar posesión de las curules que el presidente Santos les regaló en el Congreso de la República.
Definitivamente es urgente una reforma a esa justicia espectáculo que tiene por finalidad otorgar impunidad a las FARC.
FIN