Venezuela entra oficialmente en estado de emergencia alimentaria. El Parlamento, dominado por la oposición, aprobó ayer una resolución que declara al país en crisis como consecuencia de la cada vez mayor escasez de alimentos. Se dice que la escasez de alimentos llega casi al 87%
El parlamentario, además, ha presentado un proyecto de ley para incentivar la producción nacional debido a que la economía venezolana es altamente dependiente de las importaciones y pidió que la FAO y la Unicef envíen expertos que evalúen los riesgos que entraña el problema para los 30 millones de habitantes del país caribeño.
La oposición ha destacado que las expropiaciones de empresas hechas por los gobiernos chavistas han afectado a la producción nacional.
Las expropiaciones y el control de precios son algunas de las medidas impulsadas por el Gobierno para, supuestamente, abastecer de alimentos a la población venezolana. Pero esta fórmula no ha atenuado el desabastecimiento. Las filas a las puertas de los mercados siguen siendo la escena dominante en Venezuela.
Y en medio de esta crisis el Gobierno sigue arremetiendo contra la empresa privada venezolana
Cabe recordar que Ricardo Molina, diputado oficialista, propuso recientemente la expropiación de la empresa Polar ante la Asamblea.
Polar es el mayor productor privado de alimentos en este país caribeño. Ocho días atrás, el presidente Nicolás Maduro, reclamó a su propietario, Lorenzo Mendoza, que entregue la compañía al Gobierno para resolver la debacle: «Si no puedes con tus empresas, entrégale las empresas al pueblo que el pueblo sí puede».