Queridos amigos y oyentes, queridos colombianos, que se encuentran en una situación de perplejidad y de orfandad, porque huérfanos hemos quedado, muy queridos amigos, todos. Tenemos que ser inteligentes en esta crisis. Tenemos que ser capaces de controvertir eficazmente la decisión absurda, grotesca, de una corte de instrucción de la Corte Suprema de Justicia que ofende el sentido común y ofende a la nación. Pero las reacciones tienen que ser proporcionadas al ataque y proporcionadas en el sentido de la inteligencia, de la manera cómo ella se maneje, de la forma cómo se dirija. No somos partidarios, pero pues aquí cualquiera puede decir lo que le parezca, de un recurso de reposición ante la misma Corte, ante la misma sala de la Corte, porque eso es tiempo perdido. Sabemos que un recurso de apelación de este auto se va a encontrar con una Corte que está defendiendo su prestigio de alguna manera, y que no va a desautorizar a la sala de la corte que tomó la decisión que tomó y que la tomó con toda seguridad…