Qué duda cabe, estamos viviendo uno de los momentos más amargos y más peligrosos en la historia reciente de la república.

Es un país que se desmorona, que se deshace, no entre las manos sino a la vista indolente del presidente de la república y de su gobierno absolutamente inepto.

Este es un país donde las protestas que tienen causa plenamente justificada, se tomaron la república en todas las direcciones territoriales, geográficas y en todas las direcciones humanas, organizacionales.

Ya no hay grupo de trabajo, ya no hay sector de la vida nacional, no hay agremiación, no hay sindicato que no tenga un motivo grave de queja contra el gobierno nacional…