El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado este jueves su dimisión y ha orientado al país a unas nuevas elecciones parlamentarias. De esta forma, ha dicho, será el pueblo griego el que “deberá decidir quién toma el mando del país y si quiere continuar con valentía las negociaciones con los acreedores”
El adelanto electoral era ampliamente esperado, tras unos complicados siete meses en los que el país estuvo al borde de tener que abandonar la zona euro y se vio forzado a cerrar sus bancos tres semanas.
Recordemos que el mes pasado el líder izquierdista aceptó un programa de rescate de 86.000 millones de euros de Europa y el Fondo Monetario Internacional, con la condición de aprobar alzas de impuestos y recortes de gastos, en medio del fuerte riesgo de un colapso del sistema bancario griego. Estos acuerdos le habían traído fuerte oposición de sus antiguos aliados en el parlamento. Esta oposición ha obligado a Tsipras a renunciar
Pero esta renuncia , como ingenuamente podría pensarse, no es un fracaso, es una estrategia
Esta renuncia y anuncio de nuevas elecciones es una jugada clave del primer ministro con la que intentará eliminar a la “plataforma de izquierda” de Syrisa, su partido y que se ha convertido en una verdadera piedra en el zapato para poder reglamentar los acuerdos con la euro-zona en el parlamento. Y seguramente su jugada le rendirá frutos, ya Tsipras lidera ampliamente los sondeos.