Hoy hace 5 años en una calle de Bogotá, muy concurrida por cierto, llegando a la avenida Caracas con calle 76, las FARC nos pusieron una bomba, asesinando a nuestros dos inolvidables escoltas, ángeles de la guarda que llevaremos para siempre en el corazón; Ricardo Rodríguez y Rosemberg Burbano, murieron víctimas de la bomba lapa, la única que por fortuna se ha puesto en América Latina.  ¿Quiénes fueron los asesinos? – está claro, su amigo dilecto, el general Óscar Naranjo, trató de desviar la investigación hacía grupos de derecha que no existían; los asesinos fueron las FARC, Naranjo lo sabía y quería evitar a toda costa que se supiera lo que había pasado, lo mismo que hizo el presidente Santos. Por entonces ya se empezaban a producir las normas legales y constitucionales necesarias para la entrega del país a las FARC y era necesario prescindir de sus enemigos…