Queridos amigos, nos quedamos esperando en vano la reacción de la Cancillería colombiana y del Presidente de la República, porque es asunto de ambos, es un asunto de alto gobierno, a las declaraciones del nuncio apostólico del Vaticano, monseñor Montemayor, quien es un diplomático, es un embajador que está en Colombia para tender lazos y para mantener unidos a los dos estados, estado del Vaticano y al Estado colombiano, que ha resuelto impúdicamente hacer política, meterse en lo que no le importa, hacer causa común con monseñor Monsalve y recordarnos los tiempos muy amargos de la Teología de la Liberación…