Sigue en aumento el drama de por lo menos 2.432 cubanos que se encuentran en una bodega en el municipio de Turbo en la frontera con Panamá, donde claman por la ayuda del gobierno Santos, que decidió no atender las súplicas de los isleños, que escaparon de su país por las difíciles condiciones que viven por la dictadura de los Castro.

En una carta enviada al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, los cubanos solicitan que se haga un puente humanitario de manera urgente porque se están quedando sin alimentos y medicinas.

Entre tanto la canciller María Ángela Holguín como el gobierno Santos, están decididos a deportar a los ciudadanos cubanos que se niegan a regresar a la isla, por miedo a represiones de ese gobierno. Algunos analistas nacionales coinciden en decir que en Colombia el gobierno no les presta ayuda por miedo a que los Castro influyan negativamente en el proceso de paz con las FARC.