Colombia está viviendo una crisis moral sin precedentes que tiene una expresión fundamental y clarísima en el reparto de la mermelada que no es otra cosa que el reparto del presupuesto nacional entre los grupos que conforman eso que llaman “la mesa”. Se robaron el país y nadie hace un reclamo, nadie pregunta, nadie hace un balance para que el señor Santos tenga la obligación de contar que hizo con la bonanza que le dejó el ex presidente Uribe.