ANKARA – Ayer se conmemoró el primer aniversario del fallido golpe de estado contra el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, quien aprovechó la ocasión para hacer un llamado a “decapitar a los traidores”, defendiendo la posibilidad de re instaurar en su país la pena de muerte. Erdogan ha ordenado la encarcelación y despido masivo de cientos de personas, incluyendo funcionarios y periodistas, entre otros, como parte de la represión adelantada como consecuencia del golpe.