Hace noticia en La Hora de la Verdad, Román Ortíz, Profesor de Estudios Estratégicos e Internacionales y Consultor de Seguridad y Defensa, quien habló sobre la situación que se está viviendo en la ciudad iraquí de Mosul y la presencia del Estado Islámico en la parte occidental de la ciudad.
Explicó que la situación es muy crítica y que sí se viene el final de la batalla. Agregó que el número de combatientes del EI en la ciudad es de unos 400 u 800; sin embargo, son muy fuertes porque están operando en una zona densamente construida que conocen muy bien, además hay cientos de miles de civiles que no han podido salir de esa parte de la ciudad. Es por esto que el movimiento de las fuerzas iraquíes es muy lento.
Ortíz también afirmó que la ciudad está totalmente cercada, entonces los terroristas del Estado Islámico no tienen ruta de suministro y tampoco de escape, aunque están ofreciendo una resistencia muy dura, sin embargo, ese núcleo de combatientes que queda en la ciudad morirá al final de la batalla.
Agregó que muchos civiles han huido por anticipado o están resguardados en sus casas. El control de esa parte de la ciudad por los del EI es muy grande, además hay barricadas en diferentes partes por eso los civiles tienen muy difícil salir de la zona.
También explicó que es muy difícil decir cuánto tiempo van a tardar las Fuerzas Iraquíes en recuperar esa parte de la ciudad, pues influye la naturaleza del combatiente por su fuerza y las condiciones urbanas donde se está dando la batalla, pero se espera que finalice en cuatro u ocho semanas.
Recalcó que es importante decir que esto no es el fin del Estado Islámico, sí es un golpe muy fuerte contra ellos, pero aún tienen en su poder otras ciudades pequeñas de Irak y su base de operación la ciudad de Raqa en Siria.
Todos los días se desarrollan operaciones militares, pero el ritmo de avance de las Fuerzas Iraquíes es muy lento, tratando de ocupar nuevo sectores, apoyadas por bombardeos de la coalición internacional, pero se enfrentan a un combatiente que está muy bien atrincherado que sigue haciendo uso de ataques explosivos improvisados y ataques suicidas que hacen retroceder a las fuerzas.
