El grande parisino anunció ayer que cambia sus fechas: del 20 de septiembre al 6 de octubre. Estaba previsto que arrancase el 24 de mayo.
El anuncio de Roland Garros de posponer su celebración para el 20 de septiembre crea un enorme conflicto de intereses en muchos torneos y jugadores.
Sin previo aviso, el segundo Grand Slam de la temporada, manteniendo en secreto su proceso de decisión y monitorización de la crisis causada por la pandemia en el mundo, anunció que reubica su celebración , una decisiónque tomaron sin tener en cuentaa la Federación Internacional de Tenis ni con los propios jugadores, sin calibrar determinadas consecuencias derivadas del calendario, la preparación para el torneo, el cambio de superficie propio de la época en la que se ubica y los torneos que quedarán muy cercanos a las fechas decididas por el major francés.
Primero, las series de Copa Davis de Grupo I y Grupo II, a un día del comienzo de Roland Garros. A partir de ahí, los seis torneos que tenía reservados el Calendario ATP, comparten fecha con los tiempos del Grand Slam francés, ellos son: San Petersburgo, Metz, Chengdu, Huajin y Sofia, más la siempre mediática Laver Cup, que juegan algunos de los mejores jugadores del mundo, lo que obligaría a todos estos eventos a moverse a la espera de que la ATP y la ITF intercedan y medien en este enorme conflicto de intereses, uno de los principales problemas de mando del tenis mundial.
En el comunicado se ha explicado que el torneo vive un importante momento en su historia con la remodelación de sus instalaciones, y que se ha hecho todo lo posible para mantenerse en 2020 (desde 1891, entonces campeonato francés, sólo se paró debido a las guerras mundiales). Lo que ha sido imposible es celebrar el torneo en las fechas previstas.