MOSCÚ – El presidente ruso, Vladimir Putin, generó una fuerte crisis política en su país tras anunciar en su discurso del estado de la unión que introduciría grandes reformas constitucionales que fortalecerían los poderes del parlamento y le permitirían extender su propio poder por varios años más. Tras el anuncio, el Primer Ministro Dmitri Medvedev, antiguo aliado de Putin, y todos sus ministros, renunciaron en pleno, a lo que Putin nombró a su sucesor, un político poco conocido en su país.