Por: Roberto Mora

Como hemos informado en la Hora de la Verdad, el Reino Unido se apresta para decidir sobre su permanencia en la Unión Europea en un referendo por celebrarse el 23 de junio. Y el debate está al rojo vivo. Mientras los Euroescépticos aducen asuntos de soberanía y de manejo de la inmigración, los partidarios de la Unión han hecho énfasis en los efectos económicos de la salida.

En su campaña por permanecer en la Unión, el Primer Ministro David Cameron recibió un espaldarazo esta semana de parte de un prestigioso centro de pensamiento independiente, el Instituto de Estudios Fiscales, que con frecuencia crítica abiertamente los planes gubernamentales. Esta vez, sin embargo, se ha alineado con el gobierno para advertir sobre las consecuencias negativas que la salida de la Unión acarrearía para el Reino Unido.

En efecto, el estudio prevé que las finanzas públicas pueden dejar de recibir entre 20 y 58 billones de Euros durante 2019 y 2020, lo cual obligaría al gobierno a mantener su política de austeridad si quiere mantener el equilibrio fiscal.

Más aún, el estudio cuestiona la cifra que ha dado la campaña contra la Unión, que ha dicho que el Reino Unido se ahorraría 350 millones de libras esterlinas a la semana, que son su contribución a la Unión Europea. El instituto argumenta que en esta cifra no se tienen en cuenta ni los reembolsos que recibe el Reino Unido, ni las inversiones de la Unión Europea en este país, especialmente en subsidios para los agricultores. Si estos factores se tienen en cuenta, el costo neto para el Reino Unido es de 150 millones a la semana, u ocho billones al año, cifra que se compensaría con una caída de tan solo el 0.6% del PIB, mientras que la mayoría de los estudios prevén una caída mucho más importante, superior al 3%, como consecuencia de abandonar la Union.

Los partidarios de abandonar la Unión han criticado el estudio y puesto en tela de juicio la independencia del Instituto, que recibe fondos de la Unión Europea. Sin embargo, el Instituto de Estudio Fiscales no está solo en sus pronósticos sobre las consecuencias negativas de abandonar la Unión que incluyen decrecimiento económico, devaluacion de la Libra Esterlina y aumento de la inflación. En este sentido se han expresado nada menos que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central del Reino Unido y la OCDE.

Si sirve de algo, Dr. Londoño, le cuento que en las casas de apuestas, tan importantes y populares en el Reino Unido, el 80% apuesta por la permanencia y solo un 20% por la salida. La cifra en enero era, respectivamente, 65% y 35%, así que la tendencia parece clara.

Hagan sus apuestas, señoras y señores.