¿Quién hereda, quién responde?
Por Fernando Londoño Hoyos
Abierta la sucesión de Santos, cualquier abogado empieza por el inventario de los bienes relictos, para proceder luego a repartir lo que quede.
Los que acompañaron a Santos estos 80 meses, liberales, de la U, de Cambio Radical, Conservadores, Verdes y del Polo, deberán explicar por qué estamos convertidos en un mar de coca. Más de 200.000 hectáreas de cultivo y 3.000 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína, superan el pasado más afrentoso y ponen a Colombia al borde de entrar en la lista de los países más desgraciados. ¿Quién responde?
Somos los mayores consumidores per cápita de cocaína del mundo. No hay pueblo sin olla y sin lo que la olla representa. Violencia, adicción de los jóvenes, prostitución galopante, miseria moral y física. ¿Quién hereda?
Hace rato perdimos lo que desde Bodino es la esencia de las Naciones: la Soberanía. En el Catatumbo, en Arauca, en el Chocó y al sur, en todo el Pacífico, en el Putumayo, en el Caquetá, en gran parte del Huila y del Tolima, en el Magdalena Medio, mandan las FARC, el ELN y las BACRIM. Hacen lo que les da la gana y el Estado desapareció. ¿Quién hereda?
La corrupción se desató. En las Cortes, los Tribunales y los Juzgados, en el Congreso, con toda la caterva de Ñoños, Musas, Ashtons y compañía, en todas las financieras estatales, en los ministerios más sensibles, en las instituciones más importantes, todo se hace con coimas pagadas a funcionarios ineptos y ladrones. ¿Quién responde?
Se robaron, así como suena, sin atenuantes ni explicaciones, la bonanza económica más cuantiosa que tuvo la República. A las arcas del Estado entraron más de treinta mil millones de dólares, hijos del petróleo a cien dólares por el millón de barriles diarios que el Presidente Uribe dejó en legado para esta tropa de maleantes. ¿Dónde está semejante lotería que en pesos vale noventa billones? No queda ni unito. Se los robaron todos. ¿Quién hereda esta deuda?
La infraestructura es una calamidad. A Vargas Lleras, a Santos, por supuesto, y a su parlanchín Ministro de Transporte valdrá preguntarles por varios temitas:
El Túnel de La Línea debiera estar concluido hace dos años. Hoy no se sabe cuándo termine ni quién lo entregue. ¡Qué vergüenza!
La carretera Villeta Guaduas consume de sobra todo lo que se gane hasta Villeta y de Guaduas al Magdalena. ¿Quién hereda?
La Ruta del Sol II debiera estar terminada. Le falta el 65% a esa obra que se robaron. ¿Quién?
Ocaña-Gamarra es hija del mismo concubinato. ¿Cuándo se construirá, quién y a qué costo?
La Ruta del Sol III quedó abandonada por el contratista, dejando en ruinas una región y sin horizontes semejante obra.
Navelena no dejó tras de sí mas que vientos de tempestad. El Río Magdalena quedó ahí, peor que como estaba.
La carretera a Buenventura, por el tramo Mulaló Loboguerrero no ha empezado a construirse. El costo social es descomunal. ¿Quién responde?
De las autopistas de la Montaña no quedó sino el recuerdo. La obra de El Toyo marcha como todo. A trompicones.
La carretera de La Sabana a La Mesa, Anapoima, Apulo y Girardot, no se cuenta por kilómetros, sino por derrumbes. Santos es tan incompetente que no pudo construir ni la carretera que ordenó para su finca y la de unos cuantos ricachos de Bogotá.
Y para rematar, aunque la lista podría ser mucho más larga, la joya de la corona, el Túnel de Chirajara y la carretera a Villavicencio, es el mayor fiasco de la ingeniería colombiana en toda su historia. ¿Quién hereda?
¿Quién responde por el crecimiento económico miserable de los últimos tres años, que remata con la ruina del 1.6% del año pasado? ¿Quién por una educación pública de pésima calidad, que lanza los niños a las ollas y pandillas al medio día? ¿Quién por una salud cuyo déficit puede sobrepasar los once billones de pesos? ¿A quién preguntarle por Saludcoop, Caprecom y otras bellezas por el estilo?
¿Quién remendará Electricaribe y le dará luz a la Costa Atlántica, sin que se la roben vecinos y clientes? ¿Quién explicará para qué se usó la plata de ISAGEN? ¿Quién pagara el endeudamiento público, que Santos alcanzó al acumulado desde Bolívar hasta Alvaro Uribe?
¿Quién responde por el desempleo juvenil más alto del Continente? ¿Quién por la ruina de los industriales medianos y pequeños, víctimas del contrabando y los impuestos? ¿Quién por la plata para nutrir los niños pobres, que se robaron los amigos de Santos?
Los herederos, que no se hagan los pendejos. Todos los partidos de la Mesa, que pongan la cara, empezando por el de Vargas Lleras, el gran aliado de Santos, siguiendo por De La Calle, por Fajardo, por Claudia y Clara, por Petro, el valido de Maduro, el carnicero. Quebraron el país, lo destruyeron, y ahora juran que lo van a salvar. ¡Se habrá visto cosa parecida!
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