Es una vieja táctica aquella de tirarle las o algunas presas a los lobos, para que entretenidos con ellas dejen seguir la caravana. Eso es conocido, eso sabido, eso existe tanto en el mundo real, donde los lobos son el peligro, como en el mundo de la política; tirarle las presas a los lobos. Eso ha querido hacer el señor presidente Iván Duque con su ministro Guillermo Botero, quien ha presentado renuncia ayer como precio, cuya cabeza rodó como precio de las presiones políticas de Roy Barreras y de los otros personajes que están medrando alrededor de un poder que no se ejerce…
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