La Hora de La Verdad

¡Por Dios!, disciplina

Queridos amigos, estamos viviendo el momento más grave que ha vivido la humanidad en su historia, así como lo estamos diciendo. Claro que tuvimos epidemias, claro que tuvimos tragedias inmensas, claro que la humanidad ha tenido que afrontar enemigos muy peligrosos a lo largo de su atribulada historia, pero este es el momento culminante y este es un momento culminante que hay que vivir positivamente, con un buen espíritu, con buen ánimo y con espíritu deportivo, dicho en el mejor de los sentidos, con disciplina, con transparencia, con fe en nosotros mismos y siendo cada uno el primer juez de su conducta. Ha dicho el Gobierno, con razón, que no puede poner un policía a custodiar a cada uno de los ciudadanos. Tiene toda la razón, eso es absolutamente imposible. Es que el policía de cada ciudadano debe ser el ciudadano, el hombre convencido de lo que tiene que hacer. Cada uno es responsable de su destino y del destino de los demás. En este momento estamos en un simulacro de cuarentena, ojalá fuera algo más que un simulacro (…) ¿Qué podemos hacer frente a una oleada de infecciones que se nos vienen encima y de las que no nos salvaría, sino la misericordia de Dios y la inmensa disciplina de todos nosotros? ¡Por Dios!, disciplina, orden, transparencia en nuestra conducta. De eso nos arrepentiremos jamás, de lo contrario, nos arrepentiremos cuando ya sea demasiado tarde.

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