Según cifras entregadas por Ecopetrol la situación por la parálisis de más de un mes del Campo Tibú es bastante compleja y deja millonarias pérdidas para la empresa petrolera.
El cierre de ese Campo se debe a varios factores, la mayoría relacionados con la difícil situación de orden público y el robo constante de crudo a través de válvulas ilegales. Las actividades en ese lugar se paralizaron desde el pasado mes de julio.
Según cifras de Ecopetrol hasta fecha se han dejado de producir más de 80.000 barriles de hidrocarburos, se han suspendido 34 contratos con empresas aliadas afectando a más de 400 personas, de las cuales 375 son de la región del Catatumbo.