CIUDAD DEL VATICANO – Ayer se hizo pública una carta enviada por el papa Francisco al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, haciéndole un llamado a la comunidad internacional a tomar acción inmediata para poner fin a la crisis humanitaria de las minorías religiosas y étnicas, incluyendo la católica, en Irak. El llamado se ha interpretado como un apoyo creciente al uso de la fuerza en contra de los militantes suníes del grupo ISIS para evitar que continúen con el posible genocidio de católicos y Yazidíes.