NUEVA YORK – El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo públicos ayer los resultados del informe de la comisión de la Organización que fue enviada a Siria, en el que confirman que gas sarín fue disparado contra la población civil en un suburbio de Damasco el pasado 21 de agosto, costándole la vida a cerca de 1.500 personas. Sin embargo, no se afirmó quién fue el autor de los disparos de cohetes tierra-tierra que portaron el químico en su interior. Ban Ki-moon agregó que se trata de un crimen de guerra.