PARÍS – La empresa constructora que trabajaba en labores de reparación en el techo y torre de la catedral de Notre Dame reconoció ayer que algunos de sus trabajadores fumaban en el lugar, pero rechazaron la posibilidad de que un cigarrillo hubiese podido ser la fuente del incendio que la semana pasada causó grandes averías a la edificación, después de que los bomberos informaran sobre el hallazgo de colillas en los andamios en los que se piensa que inició la conflagración.