Decíamos ayer queridos amigos, que nos preocupaba mucho el discurso del presidente Duque ante el Congreso de la República el 20 de julio porque nos preocupaba mucho que estuviera convencido de lo que estaba diciendo y de lo que estaba proponiendo como una situación feliz para la República y como un resultado esplendoroso del primer año de su gobierno, y que entonces se negara a lo que es evidente, que es dar un timonazo fundamental en el curso de los acontecimientos. Esa preocupación nos asiste. Fue un discurso tan, tan emocionado porque se están pintando unas casas y se están poniendo lavabos en su interior, y porque se está disminuyendo en el 4.2 % el nivel de los homicidios, y por qué las hectáreas sembradas de coca hayan bajado de 210 mil a 200 mil, y porque la deforestación se haya detenido por primera vez en la historia, que nos preocupa, nos preocupa seriamente que estemos en el plan de que todo cambie para que nada cambie; es decir, quedarnos en la misma situación…