Como lo afirmó en reiteradas ocasiones el coronel Luís Alfonso Plazas Vega, quien duró preso varios años de manera injusta, no hubo desaparecidos en el Palacio de Justicia, sino cuerpos sin identificar, como es el caso del magistrado auxiliar Emiro Sandoval Huertas, quien murió por la toma del M19 al Palacio en noviembre de 1985.

La fiscalía tenía los restos óseos del magistrado Sandoval, en una de las 94 cajas en las que se guardaron osamentas de víctimas del holocausto que habían sido enterradas en una fosa común del Cementerio del Sur.

La búsqueda de los restos de esta víctima del terrorismo del M19 se inició tras la exhumación de una tumba en donde hace 31 años su hija, Alexandra Sandoval enterró el cuerpo que pensaba era de su padre.