Los militares colombianos en uso de retiro que se encuentran privados de la libertad en Haití por su presunta participación en el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, afirmaron que se sienten en un campo de concentración.
La comunicación de los connacionales se dio por medio de una grabación de 2 minutos y medio dirigida a sus familiares, y en ella denuncian tratos inhumanos por parte de las autoridades del país caribeño.
Conforme con los militares, no tienen defensa ya que quieren absolver a los verdaderos culpables del asesinado del presidente haitiano, manifestaron que sólo reciben una comida al día y le pidieron ayuda al presidente Iván Duque, al expresidente Álvaro Uribe Vélez y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.