Por: Fernando Londoño Hoyos

La liberación del señor General Alzate ha demostrado la madurez del proceso de paz. Pero como las liberaciones son imposibles sin el previo requisito del secuestro, hemos venido en comprobar, gracias a Juanpa, el creador de la tesis, que su proceso se madura a punta de secuestros. Como lo ha demostrado el Centro Democrático, gracias a estadísticas que lleva muy juiciosamente el Senador Rangel, las FARC llevan 59 secuestros durante las conversaciones. Es para emocionarse por todas esas pruebas de madurez de los diálogos de La Habana.

Si los secuestros de los mayores maduran el proceso, no puede dudarse de que serán todavía mucho más eficientes los secuestros de los niños. En esta materia la cifra se cuenta por centenares. Y nosotros, tan mal agradecidos con la vida, y con las FARC, nos indignábamos ante la noticia de niños y niñas colombianos arrancados del lado de sus padres para marchar como esclavos a la guerrilla. Ahora tenemos un consuelo. Son señales inequívocas de madurez del proceso.

Si un simple secuestro madura, imaginamos lo que se conseguirá con una bomba. Por donde salta a la vista que nuestro proceso es el más maduro  del mundo. Solo con las bombas que han puesto en Tumaco y sus alrededores, las FARC llevan el proceso en espléndida madurez. Pero agreguen ustedes las bombas en el Putumayo, las del Chocó (recuerden la que estallaron en un mercado del pueblo asesinando al padre, a su hija y a otras dos empleadas) las que re regalan todos los días al Huila, porque sí, las unas, y por recordar el pago de extorsiones, las otras, las que sacuden a Arauca, las que coronan de dolor al noroeste de Antioquia y pare el recuento para no cansar. Lo que está claro, es que nos han puesto suficiente número de bombas para tener madurito el proceso. Recordando la nuestra, por supuesto, que fue una tipo “lapa” ensayada cuando Enriquito, el querido hermano, conversaba con Timo.

El proceso madura, sin duda, con las muertes y las heridas de soldados y policías. Entre unas y otras, van cerca de dos mil motivos para que estemos convencidos de que este proceso por falta de madurez no fracasará.

También ha madurado el proceso a punta de ataques a las redes eléctricas y los oleoductos. A Ecopetrol no lo tienen maduro. Lo tienen quebrado. Y a la industria petrolera la llevan en estado de putrefacción. Se les fue la mano.

Las minas anti persona, o quiebra patas como el pueblo las llama, han puesto también de su parte. No hay semana en que no quede vuelto pedazos algún anciano, algún trabajador, algún niño inquieto o alguna mujercita. Señales de madurez, por supuesto.

Si la cuestión de la madurez dependiera de las extorsiones, el proceso estaría al otro lado. Las FARC tienen literalmente extorsionada la nación. A cambio, De La Calle y Jaramillo tienen más expedita su gestión. Trabajan con un proceso maduro.

Gracias mil, señor General Alzate. Cumpliendo las órdenes que recibió para que saliera en pantalón corto, sin uniforme, sin arma y sin escoltas, su sacrificio ha madurado el proceso de paz. De modo que tranquilo. Usted no pasará a la Historia como el General más imprudente o más temerario en la obediencia de mandatos idiotas. Usted es el gran General que maduró un proceso de paz, salvador de la República. ¡Enhorabuena!
Ya viene la discusión sobre el cese bilateral al fuego. ¿Cómo lo madurarán?