Por: Santiago Castro 

1) Fracasos recurrentes en las reformas al sector justicia: Santos no ha logrado una reforma clara que permitiza despolitizar y descongestionar la Justicia, mientras que la Corte Constitucional con su decisión frente a la reforma del equilibrio de poderes termina por alegar que en ocasiones debe primar lo político sobre la técnica jurídico probatoria. Para ANIF es “difícil encontrar un sector tan transversal a toda nuestra economía, pero tan maltrecho y tan desprestigiado”. 

2) Reformas a las Regalías Minero-energéticas: a pesar de a reforma constitucional de 2011 que constituyó el Sistema General de Regalías y la aprobación de la ley 1530 de 2012 que pretendió regular la organización y el funcionamiento de dicho sistema; el gobierno desperdicio estas oportunidades y “optó por atomizar dichos recursos, dando origen a lo que hoy se conoce como “la mermelada presupuestal territorial”. Al respecto en informe de la Contraloría General de la República, presentado el día de ayer, se lee que “el 72% de todas las regalías en el país que están invertidas y contratadas con un único proponente”. 

3) Impuesto a la riqueza: la cuarta reforma reforma tributaria de Santos aprobada en 2014 estuvo motivada para enfrentar el marchitamiento del impuesto al patrimonio y el impuesto a las transacciones financieras. Lo grave es que la lógica indicaría desmontar ambos tributos. Santos está ad portas de cometer su peor error en esta materia, llevando la tasa de tributación real al 53 % para las empresas en los últimos dos años y manteniéndolo cercano al 50% en adelante. No haber elevado la tasa general del IVA en su momento y pretender hacerlo ahora para financiar la paz es una atrocidad. 

4) Amnistías tributarias recurrentes: no han logrado frenar de manera significativa la evasión y ello ha obligado a promover reformas mediocres que terminan por afectar al sector productivo del país. 

5) Crisis financiera de la salud: se mantiene “una visión “garantista-populista”frente al sistema original de subsidios cruzados”. El gobierno dejó solo al minsitro en su intento por revisar varios asuntos. 

Como lo hemos dicho aquí en reiteradas ocasiones, los indicadores económicos tampoco muestran un panorama positivo: 8,97 % de inflación, 4% de déficit, informalidad disparada, entre otros. Prosperidad para todos.