La Hora de La Verdad

Lo que nos queda es la fe

Acabamos de terminar, queridos amigos, la Semana Mayor o la Semana Santa en medio de una solemnidad, de un silencio atronador, donde iban puestas nuestras esperanzas y nuestros dolores de una humanidad que no ha tenido más remedio que agachar la cerviz, hincar la rodilla frente a un pequeño virus que empezó en la China y que se ha extendido por el mundo entero. La celebración de la Semana Santa fue particularmente dramática y fue sobre todo hermosa; esa soledad, esa presencia de Dios en aquellas inmensas catedrales vacías de todo (…).Seamos humildes. Recordamos la Semana Santa que pasó, pero pongamos nuestra fe en la resurrección de Jesús y en su ascensión a los cielos. En últimas, lo que nos queda es la fe, que no es poca cosa.

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