LONDRES – La primera ministra británica, Liz Truss, le pidió disculpas a su país por amenazar su estabilidad económica, después que sus ambiciosos planes de recortes tributarios y de gasto público generaran pánico en los mercados, obligándola a despedir a su ministro de economía y nombrar uno nuevo que, en el primer día de funciones, echó para atrás el programa anunciado.