Ayer tuvieron éxito en la medida en que eso pueda llamarse éxito, los atentados terroristas en la ciudad de Bogotá; es decir que pudieron consumarse desde el punto práctico, pusieron las bombas y las bombas estallaron. Hubo una tercera bomba que desactivó por fortuna, que vaya a saber uno que efectos hubiera tenido. Esos atentados terroristas sugieren reflexiones que uno no puede soslayar…