Todo en la Ley de Financiamiento queridos amigos, es un absurdo, todo. Por eso escribimos un artículo que ha tenido una difusión extraordinaria en Las Dos Orillas que se llamó “Absurdos de una ley absurda”, porque el contenido de la ley, suponiendo que hubiera sido bien dictada, su contenido, su sustancia, está lleno de contradicciones con las cosas que el Gobierno dice querer. Quiere la reactivación de la actividad urbanística, de la construcción, y grava la construcción, quiere la activación de los capitales de las sociedades anónimas en la bolsa y castiga los dividendos, quiere la inversión extranjera y castiga las remesas extranjeras, quiere que la gente ahorre y que la gente invierta para desarrollar el país y castiga el ahorro con el impuesto al patrimonio, está lleno de contradicciones, pero en fin, así se presentó, así se desarrolló. Y al caos contribuyeron los parlamentarios con una cantidad de artículos y articulitos que no han sido bien examinados y que contribuyen a ese caos perfecto. Ese es el caos perfecto, la tormenta perfecta es la de la Ley de Financiamiento, que por supuesto fue mal tramitada…