Muy queridos oyentes, aunque este no sea ni más faltaba un espacio confesional, quienes lo componemos no vamos a ocultar nuestra profesión de fe, y nuestra adhesión al sagrado nombre de Jesús en estos días de lo que llamábamos antiguamente la Semana Mayor. La semana Mayor que empezó el domingo de ramos con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén; todos le aclamaban, todos le vitoreaban, todos estaban con él, y unos días después pedían su muerte…