Hace noticia en La Hora de la Verdad el abogado Jaime Restrepo, quien a través del programa de radio amplió información de su columna “Gómez Méndez el ministro de las FARC”, publicada recientemente en el portal de Periodismo sin Fronteras (ir a la columna).

“Gómez Méndez en su vida ha tenido prolijas relaciones con las FARC.”, afirmó Restrepo, quien explicó que “Gómez Méndez tuvo un sobrino de nombre Ancisar Méndez, fue un guerrillero del frente 21 de las FARC que tenía un trabajo muy particular y era hacer inteligencia para las operaciones terroristas de las FARC. Ancisar Méndez fue asesinado en el año 2000, bajo las balas de un paramilitar del “Bloque Tolima”.

Además, Restrepo recordó que “Alfonso Gómez Méndez tuvo un ahijado y un compadre en las FARC. Fue el padrino de bautismo de Jairo Rojas, alias “Arturo o “El Sueco”, quien estuvo exiliado en Suecia y fue miembro del Komintern. Este personaje regresó a Colombia, se incorporó a la “Compañía Héroes de Marquetalia” y allí fue dado de baja por el Ejército Nacional en Planadas a finales del 2002. El papá de Jairo Rojas, Raúl Rojas, alias ”Pata de Palo”, también está relacionado como un miembro de las farc en el tolima, fue diputado de la Unión Patriótica en el departamento y fue investigado por el delito de rebelión”.

Para el jurista resulta obvia la relación entre Gómez Méndez y las FARC. “El padrino político de Gómez Méndez que lo respaldó en pretensión a la Cámara de Representantes es Guillermo Alfonso Jaramillo, quien ostentó dos veces la calidad de gobernador del Tolima, bajo el respaldo de las FARC. Una vez en la gobernación, por acuerdo con las FARC Jaramillo nombró como secretario de agricultura a Nelson Tovar y como secretario de educación. a Ovidio Espinosa. Son verdades que están en Justicia y Paz y en la Corte Suprema de Justicia”.

Restrepo lamentó que los procesos de las personalidades relacionadas con las guerrillas de izquierda no avencen. “Desafortunadamente nos encontramos que la misma Fiscalía se ha encargado de tapar y de torpedear esa verdad, pretendiendo menoscabar la verdad de los desmovilizados, con amenazas de posibles exclusiones. Pero cuando los desmovilizados son los guerrilleros de las FARC o del ELN, para la administración de justicia pierde toda credibilidad esa evidencia”, dijo el abogado.