La Hora de La Verdad

ISAGEN: ¿DÓNDE ESTÁ LA PLATICA?

Por: Fernando Londoño Hoyos

El 85% por ciento de los colombianos se mostró indignado por la venta de Isagén. Y no solo por la torpeza que implica, por el abuso de poder que contiene, por la ligereza con que se dispuso de un bien irrecuperable de la Patria, sino porque se gestó, se preparó y se ejecutó con trampa y marrulla. Sin perjuicio de que debieron ser muchos los enriquecidos con esta operación maldita, a los colombianos nos duele que nos hayan tratado como a partida de estúpidos. Veamos lo que pasará ahora, cuando las cosas no tienen remedio.

Isagén se vendió en pesos colombianos, en subasta de un solo concurrente. La ausencia de los demás ya dice mucho. El precio fue ridículo, por donde se lo mire, y las disculpas que se usaron para justificar la trampa no pudieron ser más pobres.

Los gacetilleros pagos por el gobierno, que tanto abundan, salieron a decir que la empresa debía venderse para construir todas las carreteras que llaman de cuarta generación o 4G. Lo que no explicaron es cómo, si las tales carreteras cuestan más de cincuenta billones de pesos, se construyen con los seis y medio que Juanpa recibió por el estropicio. Pero vamos a suponer que esta corta suma era imprescindible para adelantar ya las obras, que son tan buen negocio que nadie en el mundo quiso financiarlas.

La urgencia era, pues, terrible y no podía esperar un minuto la venta dicha. Pues recibida que fue la platica, y no en pesos como se aseguró sino en dólares, quien debe aplicarla, la Financiera de Desarrollo Nacional, no sabe a estas hora cuáles son las carreteras que va a financiar. Y lo ha dicho su Presidente, don Clemente del Valle, que tal vez por eso solo no le sale a periodista que no tenga comprado.

Pero ese ignorar para donde van los recursos no es lo único que se ignora. Porque la FDN, que así se llama la criatura, ha dicho que tiene urgencia de un billón. Le sobran cinco y medio. ¿A dónde irán, Dios mío, a dónde irán a parar esos cinco y medio billones de pesos?

Pero cualquiera que fuese la suma, Del Valle no nos ha dicho a qué título recibirá el dinero. Algún espontáneo, de los que se usan para despistar bobos, ha dicho que esta plata apalancará la FDN y por eso los 6.5 se convertirán en más de veinte billones.

Buena esa, campeones. Porque por ahí sacamos que Juanpa pondrá la plata en la FDN a título de capital, lo que nadie nos ha explicado. Y parece que tampoco se lo han explicado a los otros socios de la Financiera, que no pueden ni quieren ponerle más capital para aumentarlo pari passu con su socio, el Gobierno.

Tampoco nos han dicho cómo será lo de la palanca. Porque un banco comercial se apalanca recibiendo depósitos del público, captando más o menos diez por cada peso propio. Pero las financieras no captan depósitos, por donde descubrimos que la FDN saldrá a endeudarse en el exterior. ¿Tiene permiso del Gobierno? ¿A cómo le salen los bonos, si es que los coloca? Pues ni una palabra. De estos detallitos no se habla.

Así que vamos, queridos amigos, en que la plata de Isagén se le entregará a la FDN, que no sabe a qué título la va a recibir, ni en qué cuantía, ni cómo le va a poner palanca para cuadruplicarla, siquiera.

Supongamos ahora que la FDN tiene en su caja la plata de Isagén, multiplicada o no. Pues vamos a ver cómo la aplica a las 4G, que se supone construirán los conocidos triunfadores en las licitaciones que ya se adjudicaron.

Cuando el Gobierno predica que la plata en las carreteras le resulta mejor negocio que lo que le produce Isagén, da a entender que va a poner capital  de riesgo. ¿Ha dicho alguien que la FDN terminará de socia con los concesionarios y que correrá con los azares del negocio?

Como eso es absurdo, pensemos en que la FDN prestará la platica de Isagén a los constructores. ¿A qué tasa? ¿Con cuáles garantías? ¿A qué plazo? Alguien afirma que serán créditos blandos para ayudar a los constructores, ahogados en ese mar de duras finanzas. Con lo que se dice que la platica de Isagén se va a entregar barata, acabando el capital y corriendo riesgos que no quieren correr los bancos extranjeros ni los colombianos.

Pues en este escenario, los actores del drama se van a llevar una rechifla histórica y corren el riesgo de que a alguien se le ocurra meterlos a la cárcel.

A todas estas, ¿dónde anda ahorita mismo la plata de Isagén? ¿Cuándo se traen los dólares y a qué tasa? ¿De quién sería la pérdida de cambio?

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