Queridos amigos estábamos esperando que de un momento a otro la Corte Suprema de Justicia se pronunciara dejando en libertad al señor general Arias Cabrales, acusado inicuamente de haber participado en la desaparición de once personas que habrían salido con vida del Palacio de Justicia y de las que nunca más se habría vuelto a saber. Como ustedes lo han podido comprobar, a lo largo de las noticias de los últimos meses, por una obra paciente y resuelta que inició el coronel Luis Alfonso Plazas Vega para defenderse, para defender el honor del Ejército, para defender la República, empezó a descubrirse que no había tales once desaparecidos, que simplemente había habido un pésimo tratamiento de los cadáveres que quedaron en parte calcinados en el Palacio de Justicia por obra de los narcotraficantes comandados por Pablo Escobar y de los miembros del M19, que fueron siempre los aliados de los narcotraficantes colombianos…