Habla, cuenta y no lo escuchan
A este país de la precaria memoria, de la historia distorsionada, de los recuerdos que se borran para darle espacio a los peores infundios ¡Ay, pobre país! Ayer en la tarde, en La Hora de la Verdad, tuvimos ocasión de hablar largamente, hubiera podido ser mucho más largamente, con el general Mendieta, un ilustre general de la Policía Nacional, que después del asalto a Mitú, y simplemente porque se le acabaron las municiones a los defensores, tuvo que entregarse con sus hombres y ser sometido no a una prisión, sino a un cautiverio infame, inicuo, incalificable. El general Mendieta nos contó su historia, nos relató en qué condiciones vivió durante cerca de doce años, señores, doce años por orden del Secretariado de las FARC…
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