Esta nota editorial se llama como se llama nuestro escrito para Las Dos Orillas de esta semana, “Gracias Egan”. Gracias a ese joven de 22 años que nos ha dado lecciones de vida que todos los colombianos deberíamos recoger, lecciones que es preciso aprender de cerca. Él y desde luego su familia, una familia adorada que se besa, que se abraza y que se da la bendición en nombre de Dios en los Campos Elíseos cuando el triunfo, cuando la victoria, no toca sus puertas sino que pasa de lleno por ellas directo al corazón de esa familia y directo al corazón de todos los colombianos. Gracias Egan. Pero a propósito de este triunfo maravilloso que nos llenó de tantas alegrías, que nos arrancó lágrimas de los ojos de emoción (…), derramamos lágrimas de emoción por la patria, cuya bandera veíamos ondear en los Campos Elíseos en el espectáculo más visto por la televisión del mundo entero. Gracias Egan…