Durante por lo menos 5 horas, el vicepresidente Germán Vargas Lleras en Corferias en Bogotá, se despidió de su cargo con un auditorio integrado en su mayoría por contratistas del Estado, algunos ministros, ex ministros, alcaldes y gobernadores de Cambio Radical que lo acompañaron.
Vargas Lleras logró reunir a más de 4 mil personas en el Gran Salón para presentar un balance de sus presuntas obras y anunciar que renuncia para no inhabilitarse, aunque aclara todavía no tiene clara su aspiración a la presidencia.
El vicepresidente que compuso su relación con el presidente Santos, de quien se había distanciado, tuvo en primera fila al cuestionado general Óscar Naranjo quien sería su sucesor.