DAMASCO – Observadores denunciaron el bombardeo de una población ubicada en la provincia de Idlib, controlada por rebeldes, por parte de las fuerzas del presidente sirio, Bashar al – Assad, con armas químicas, dejando un saldo de un centenar de personas muertas, y decenas más heridos, muchos de ellos niños. Por su parte, la Casa Blanca responsabilizó al régimen de al – Assad por el ataque que calificó como intolerable y reprensible. Sin embargo, opositores como el Senador John McCain criticaron fuertemente la falta de intervención inmediata por parte de Washington.