ASTANÁ – El gobierno de Kazajistán declaró estado de emergencia después de varios días de fuertes manifestaciones, generadas como reacción contra el incremento de los precios del combustible, bajo nivel de vida y alta corrupción. Manifestantes han prendido fuego a edificios y se tomaron el aeropuerto de la ciudad más grande del país, Almaty. Como consecuencia de los hechos, el primer ministro y su gabinete presentaron la renuncia a sus cargos, generando aún más tensiones políticas.