Hace noticia en La Hora de la Verdad, Fernando Vargas Quemba, director del Comité Nacional de Víctimas de la guerrilla, quien habló sobre el inventario bienes de las FARC y que serán usados para, supuestamente, reparar a las víctimas.
Vargas Quemba expresó que esto de la negociación con las FARC ha sido un acto de propaganda y que el eje central de este proceso ha sido la impunidad para la guerrilla y el reconocimiento de todos sus bienes como lícitos.
Agregó que la persecución contra las víctimas comenzó con la Ley de Víctimas, una ley de Juan Fernando Cristo y del Gobierno Santos, que viola todos los derechos de las víctimas, pues solo reconoce a todas las personas afectadas por el conflicto desde 1985 borrando la historia delictiva de la FARC y el ELN de los años 60 y 70, y burlándose de las víctimas durante esos años.
El representante de las víctimas dijo que no tuvieron el acompañamiento ni siquiera de la Procuraduría cuando se opusieron a esta ley que perjudica a muchas de las víctimas de esta narcoguerrilla.
Agregó que después de eso no los volvieron a buscar para participar en este proceso, hasta Daniel Coronel hizo una columna en contra del trabajo que ha hecho su organización durante más de 20 años. También dijo que tiene dos años excluido de la cátedra del Ejército después de 25 años.
Fernando Vargas Quemba también recalcó el país se encontró toda una burla tras la entrega de armas, una burla con la entrega de niños y secuestrados, tampoco han dicho dónde están los desaparecidos del Ejército que tanto ha denunciado a través de su organización. “Todo esto ha sido una burla y por eso la FARC se da el lujo de presentar esa lista de bienes”.
Todos estos años, por omisión del Gobierno, la FARC ha logrado legalizar una gran cantidad de sus bienes y la Fiscalía debe ponerse a trabajar en identificar cuáles son, aseguró Vargas Quemba. “Relacionar unos inmuebles y hectáreas de tierra sin ubicación, también es una burla a todas las víctimas”.
En cuanto a la entrega de armas, dijo que las FARC tenían en su poder cientos de armas que pertenecían a los militares a los que dieron de baja durante años de conflicto, entonces por qué el Ministro de Defensa no las reclamó. Esas armas no debían ser entregadas a la ONU, sino debieron ser devueltas al Estado. Tampoco entregaron uniformes, equipo de inteligencia ni armamento pesado.