La guerrilla narcoterrorista FARC publicó un comunicado en el cual aseguran ser las responsables del magnicidio del dirigente y estadista conservador, Álvaro Gómez Hurtado, e indicaron que fue un error haberlo asesinado.
No obstante, Enrique Gómez Hurtado, sobrino del político y abogado de la familia Gómez, señaló que no existe ningún indicio de que las FARC sean las responsables de su muerte y acusó al régimen de usar a la guerrilla para lavarle la cara al expresidente Samper.
La Fiscalía General de la Nación negó la posibilidad de que el caso de Álvaro Gómez pase a manos de la JEP y citó a declarar a seis grandes capos del narcotráfico, entre los que se encuentran los hermanos Rodríguez Orejuela.