WASHINGTON – Ayer fue enviada a prisión Rebekah Jones, exfuncionaria pública del estado de la Florida de 31 años de edad, quien denunció públicamente el año pasado que sus superiores le habían ordenado modificar las cifras sobre contagios de covid-19 publicadas con el fin de apoyar sus políticas de reapertura económica. Jones fue acusada de haber utilizado y accedido a sistemas de cómputo sin tener la autorización para ello. Al entregarse a las autoridades, la mujer salió adicionalmente positiva en la prueba de covid-19 que le fue realizada, y posteriormente le fue otorgada la libertad provisional.