Muy queridos compatriotas les hablo de persona a persona, de ciudadano a ciudadano; el próximo domingo a partir de las ocho de la mañana el voto de cada uno de nosotros valdrá lo mismo, será el momento en que estemos todos en un terreno de absoluta igualdad, mi voto no vale menos que el suyo, pero no vale un ápice más que el suyo querido amigo, le hablo a la ama de casa, al empresario, al que con su camión está moviendo la economía colombiana, al que está cumpliendo su trabajo de celador para que la gente esté segura, al empleado, al desempleado, a todos…