GINEBRA – Tomás Ojea Quintana, enviado especial de las Naciones Unidas sobre derechos humanos en Corea del Norte, elevó la voz de alarma ayer sobre la escasez de alimentos y desnutrición generalizada en el país asiático, situación que empeoró por el cierre de 5 meses de su frontera común con la China a causa de la pandemia del Covid-19.