BERLÍN – El papa emérito Benedicto XVI, de 93 años de edad, habría enfermado seriamente tras visitar a su hermano en Alemania en junio al encontrarse en condición terminal, y estaría en una situación muy frágil. Sin embargo, la Santa Sede informó en respuesta a la noticia que circuló en medios de comunicación alemanes que su estado de salud no es particularmente preocupante.