Estaba reunida ayer en Palacio la plana mayor de la política colombiana hablando de corrupción, y en esa plana mayor, ¡Dios nos libre!, estaba Timochenko, el más corruptos de los seres humanos que pisa este país. Porque la corrupción no solo se refiere a meterle la mano al bolsillo al parroquiano de al lado para robarle la billetera; o hacer una componenda para ganar indebidamente una licitación; o en no cumplir un contrato en asocio de quien debe intervenirlo y del propietario de la obra; corrupción es todo lo que se refiere a la violación de los principios fundamentales de la moral y de la ética, y el señor Timochenko es un grande corrupto…