Una persona muy cercana a nuestros afectos, como lo es el presidente Alvaro Uribe Velez, nos decía en consejo de ministros que hay que insistir en darle explicaciones a la gente sobre los temas, cuando uno se cansa de explicar es cuando la gente empieza a entender, no porque la gente sea torpe, no, ni más faltaba. No es eso, lo que queremos decir es porque está ocupada en sus quehaceres cotidianos que no tiene tiempo para oír suficientemente; es porque está distraída cuando oye. Todo eso es perfectamente explicable, pero uno no puede fatigarse, no puede cansarse de decir la verdad. Después de oír a estos bandidos de las Farc en la Comisión de la Verdad del padre de Roux y después de oír algunas de sus víctimas como a Ingrid Betancourt, que tiene muy fresco qué fue lo que le pasó, se tiene que repetir otra vez lo esencial de todo este asunto: el nombre del juego es cocaína…
