Mario Vargas Llosa está en Venezuela, y con el coraje y con la autoridad que le dan sus años y su significación en las letras del mundo, puso el dedo en la yaga. Es que el problema no es un problema adjetivo, no es una cuestión de nombres, sino que es un problema, el más importante que la humanidad enfrenta, que es cómo movilizar los mecanismos de producción y cómo movilizar al hombre para resolver sus necesidades…