Por: Santiago Castro
A pesar de los intentos por ajustar sus proyecciones en el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2016, el gobierno aún no logra cubrir el hueco fiscal, cada día mayor. Para el próximo año las cosas no se ven mejor. Al parecer se tratará de impulsar como sea y a como dé lugar una reforma tributaria, de la que tenemos aún poca información; se insistirá en una reducción del gasto público, que aunque siempre se anuncia, pocas veces se cumple; y se aumentará el déficit fiscal.
Lo anterior implica que la deuda pública seguirá aumentando. En el último boletín que al respecto publica el Banco de la República, se indica que hasta marzo del año en curso la deuda externa colombiana estaba en 114.202 millones de dólares, lo que corresponde a un 42,2 % del PIB, 4,3 % más que en diciembre de 2015. El 40,1 % corresponde al sector privado y el 59,9 al sector público. El anuncio del gobierno sobre un incremento en el déficit fiscal, implica recurrir a más deuda.
Por otra parte, la reforma muy probablmente implique un aumento importante del IVA, al igual que ampliar la base de quienes deben pagar algún impuesto derivado del patrimonio líquido o ingresos. No se descartan nuevas formas de gravar las utilidades de las empresas más importantes, que, como lo hemos dicho aquí, ya cayeron en casi un 70%.
El anuncio de un menor gasto público en plena campaña por el SÍ al plebiscito, y en el marco de una relación entre el legislativo y el ejecutivo soportada en el clientelismo y en la apropiación de recursos del estado, recurriendo a cualquier figura que le dé algún cariz de legalidad; es un saludo a la bandera. No va a pasar. El gobierno seguirá gastando a manos llenas y luego serán las nuevas generaciones quienes paguen el precio, cada vez más alto, de políticas irresponsables que se cubren con la manta de un discurso por la paz.
Mientras tanto, las empresas se sienten arrinconadas por las exigencias, cada vez mayores, de comunidades que se organizan para aprovechar la figura de las consultas populares y proceder con chantajes de todo tipo. Es sin duda una de las razones por las cuales sigue mermando la inversión. Agrava el escenario el paro camionero que se mantiene y que, digan lo que digan, es el problema más grave que el día de hoy enfrenta la economía colombiana.Prosperidad para todos.