La intromisión descarada, sínica del fiscal general de la nación en los asuntos de la política interna del país, es absolutamente reprobable, es inconstitucional, es detestable, acaba lo que pueda quedar de la reputación que en la conciencia nacional tiene el poder judicial del país. En la última encuesta de Gallup, la imagen desfavorable de la administración de justicia en los Colombianos es del 73 por ciento, es la desfavorabilidad institucional más alta que hay en Colombia…